martes, 7 de marzo de 2017

Un coche también es un arma.

Me gusta mucho indagar en YouTube sobre videos basados en experimentos reales y así poder apreciar cómo se desenvuelve la gente y la vida que les rodea. Al azar me adentré en una página cuanto menos llamativa y elegí aquel experimento que más llamaba mi atención. No tenía título de sobre qué iría o qué pasaría en él, pero os juro que se me partió el corazón.

Hace cuestión de medio año me saqué el carnet de conducir y todavía me siento algo patosilla en esto del volante. Cuando hacía las prácticas había muchos amigos que estaban también en ello y es curioso como todos tenían la típica conversación basada en " cuando me saque el carnet bf, veras mis padres, voy a quemar ruedas hasta quedarme sin ellas" acompañadas de un montón de risas, risas con las cuales no me identifico. Sin embargo, a medida que he ido indagando en el video no he podido evitar llorar, llorar de conmoción al ver a personas que han perdido lo más importante en sus vidas (hijos, parejas, movilidad...) por unos inconscientes que no han sido capaz de contar hasta dos mil si hiciese falta antes de salir a la carretera.

Con esto no quiero decir que el coche sea malo o que tenemos que ir a 30 en la autovía, lo que quiero decir es que en numerosas ocasiones nos montamos y evitamos el cinturón de seguridad, enredamos con la radio, cantamos y movemos las manos como si de nuestro primer concierto se tratase, aceleramos un poquito (total no pasará nada pensamos), salimos con un agua con misterio de más, y una larga lista de etcéteras que nos pararían en seco si lo pensásemos dos veces. El problema no es que sepamos que lo hacemos, el problema es que a pesar de saber las consecuencias que pueden traernos y, más aún, a aquellos que han sido puestos por casualidad delante de nosotros, seguimos haciéndolo.

Solo quiero dejaros una pregunta: si fuese tu madre, tu hermana, o tú mismo el que estuvieses al otro ¿evitarías hacer las cosas que haces conduciendo? Si tu respuesta es "sí" estás a tiempo de cambiarlo, el que lo hagan los demás no quiere decir que tú seas como ellos. La vida de las personas no tiene precio, que una mala decisión no sea la culpable.

 
 
¡RECUERDA, NO HAY NADA MEJOR QUE SENTIRSE LIBRE!     

2 comentarios:

  1. No has sido la única que se le han humedecido los ojos al escuchar estas historias. Me ha gustado mucho tu entrada pues son muchas las muertes ocasionadas por accidentes de tráfico que en la mayoría de los casos los que mueren no han tenido la culpa. La verdad que pensamos que nunca nos puede pasar a nosotros y la gente sigue bebiendo y conduciendo y superando los límites de velocidad entre otras muchas cosas más.
    Gracias por compartir este vídeo con nosotros y ojalá la gente tome conciencia de ello.

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  2. Muchas gracias por tu comentario y me siento agradecida de que te haya gustado .

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